Cargados como mulas y sin el menor problema llegamos por la noche a Budapest. Nuestro pequeño hotel estaba perfecto, a un paso del centro histórico y del Danubio.



Paseo por PEST
Descubrimos la ciudad pintoresca con sus edificios neoclásicos, barrocos y modernistas.





La sopa Goulash no puede faltar
En uno de los restaurantes más antiguos, con música de violín, disfrutamos por fin de la esperada y picante sopa goulash.



Pa comeros sois, un amor 🥰
Sopa gulasch divino. Pasadlo muy bien. Os seguimos de cerca e vuestro blog. Gracias por dejarnos formar parte de vuestra aventura. 🥰👍